martes, 18 de marzo de 2014

La terapia hormonal en cáncer de próstata localizado no mejora la supervivencia, según estudio

Una investigación realizada en más de 15.000 varones con cáncer de próstata en estadio temprano demuestra que el tratamiento hormonal de privación de andrógenos, como terapia sustitutiva a la cirugía o radioterapia, no aumenta la supervivencia frente a aquellos que no fueron tratados con dicha terapia.

Los resultados del trabajo son relevantes porque, aseguran los investigadores del Centro Oncológico Integral Lombardi de Georgetown, en EEUU, que este tratamiento conlleva importantes efectos secundarios, como un deterioro de la cognición, riesgo de enfermedad cardíaca o diabetes, y por ello «elimina cualquier justificación de emplear la terapia de privación de andrógenos en estos pacientes». Las personas incluidas en el estudio tenían cáncer de próstata localizado, es decir, que no se había extendido en otras zonas del cuerpo, y en los no que se había considerado la radioterapia o la cirugía como tratamiento.

La terapia de privación de andrógenos elimina la producción de testosterona, la hormona masculina que actúa como combustible en el cáncer de próstata.

No hay que olvidar que en muchas ocasiones se recomienda el uso de la terapia hormonal para el cáncer de próstata en fases tempranas. De hecho, algunos estudios sugieren que es el segundo tratamiento más común, después de la radioterapia, para el cáncer de próstata clínicamente localizado entre los hombres mayores de 65 años. Pero, según el experto, los resultados muestran que "no hay una razón de peso para utilizarla en la mayoría de los pacientes".

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