lunes, 23 de marzo de 2015

Salud emocional, el primer paso para salir del cáncer



A Marta le detectaron cáncer de cuello uterino hace dos meses aproximadamente, asimilar el diagnóstico no fue tarea fácil, pero la frustración fue quedando atrás después de dos días, periodo en el que estuvo sumergida en llanto. El apoyo de su marido, Juan Carlos sus hijos y demás familiares fue vital para que ella reaccione anímicamente y se dé cuenta que no todo estaba perdido, sino que existían alternativas para curase y luchar contra la enfermedad.

De acuerdo a los testimonios de personas que padecen de ese mal, la primera reacción es asociar la enfermedad con la muerte, por ello el miedo se apodera de los pacientes, ese sentimiento ronda en los corredores de los hospitales, en las salas de espera, y en los sobres tamaño oficio que encierran los resultados.
Ahí también se acoge una incertidumbre permanente, pero también la certeza de aprender a vivir sin saber qué va a pasar, tratando de no anticipar el futuro. Lo cierto es que a estas personas les queda claro que a veces más grave que la enfermedad misma, es el miedo que los rodea.
Por esa razón, oncólogos, psicólogos y personas que conviven con esa patología o a otros que les tocó vivir de cerca, coinciden en que un aspecto importante para afrontar ese mal, es el estado anímico en el que se encuentre el paciente y el que le transmita el entorno social. Pero el apoyo familiar será fundamental para que la persona dé el primer paso para someterse a un tratamiento.
El oncólogo Alberto Castrillo, explicó que el estado de ánimo es importante para curarse, de lo contrario, si entra en un periodo de depresión, la enfermedad aprovechará para expandirse “más rápido” y afectar a otros órganos, ya que el sistema inmunológico está débil.
Según su experiencia, la cual todavía es inexplicable de manera científica, los enfermemos que tienen la fe de luchar, la necesidad de vivir y el deseo constante de combatir el mal, son los que generalmente logran superarse, incluso curarse cuando el diagnóstico es de estado avanzado. Pero los que se deprimen, son los que viven por “poco” tiempo, aunque la enfermedad no éste “muy” avanzada.
Similar apreciación tiene la psicóloga Adela Burgos, quien añadió que es importante informales a los pacientes sobre la enfermedad y darles esperanza de vida, ya que la medicina cada vez avanza, y las probabilidades para prolongar su existencia o de curarse, es “mayor”.
Señaló que una manera de ayudarles es mantenerlos ocupados en otras actividades, para que no todo el tiempo piensen en la enfermedad. Además, indicó que los familiares y el entorno social no deben tratarles con lástima, porque eso les podría deprimir.
Por otro lado, Castrillo mencionó que por temor a la enfermedad, los parientes y los pacientes no quieren que se les comunique el diagnóstico, algunos médicos pueden hacer caso del pedido, sin embargo, advirtió que el pacto de silencio resulta perjudicial, ya que se quita el derecho o la oportunidad de arreglar diversas situaciones, entre ellas, la sentimental.

Sobrevivientes
Hay historias de vida de personas que en su incansable lucha de combatir el cáncer pasaron a otro mundo. Pero también están de las que conviven con la enfermedad y aún siguen de manera rigurosa su tratamiento, y desempeñan su labor de manera normal.
Tal es el caso Giovanna, a quien le detectaron cáncer hace cuatro años, y relató que no fue nada fácil aceptar la noticia, pero eso no fue una excusa para que se desmotive y piense sólo en que la enfermedad acabará con ella, porque no tiene oportunidad de existencia.
Para ella, el momento en que un individuo se entera que padece de esa patología, es el periodo que define a una persona, en el cual decidirá si quiere vivir a pesar de todas las dificultades que represente luchar contra el mal, o si dejará que el cáncer cegué su vida.
Otro de los testimonios es el caso de Marta, que durante dos años peregrinó por diferentes centros de salud de la ciudad de Tarija donde se realizó diferentes estudios, pero los médicos minimizaron las molestias que ella sentía en su organismo.
Por el mes de febrero del año 2015 los dolores y el estado de salud se agravaron, para ese entonces, recién le comunicaron que ella tenía cáncer en estado tres (penúltima fase de la enfermedad), y le dijeron que ella no podía ser tratada en la capital chapaca, le sugirieron que se vaya a Sucre o a La Paz.
El resultado del diagnóstico para Marta fue desesperante, como así también para su marido. Él relató que entraron en un periodo de oscuridad en el que no sabían qué hacer, peor aún cómo decirles a sus hijos de lo que ocurría.
Ante esa situación, su esposo optó por informarse por internet sobre la enfermedad para ver qué alternativas existía para salvar a Marta, y fue ahí donde descubrió que ella todavía tenía esperanzas de vida.
Decidieron iniciar un tratamiento en Salta-Argentina, aunque la cantidad de dinero que necesitaban no la tenían en ese momento, situación que les llevó a recurrir a la solidaridad de la población.
Sobre este aspecto se refirió Tersa, quien a pesar de su enfermedad de pulmón que a veces le deja en internación en la clínica, no deja de colaborar a las personas con enfermedades terminales.
Ella fue miembro de la Legión de Lucha de Cáncer, y palpó de cerca el sufrimiento de personas con esa enfermedad, y algo que le indigna es que las autoridades no tengan la voluntad de colaborar en crear algún tipo de ayuda o convenio para la atención de las personas que padecen de ese mal, ya que los tratamientos son caros e inaccesibles para la gente de escasos recursos.
Manifestó que el estado de ánimo es importante para que una persona se sienta motivada para luchar contra el cáncer y no caer en la depresión, pero la preocupación para conseguir el dinero para pagar el tratamiento y comprar las recetas ocasiona un decaimiento.

Costos
Según Castrillo, los medicamentos al comienzo llegan a costar unos mil bolivianos cada uno, después ascienden a los seis y siete mil e incluso algunas drogas cuestan 26 mil cada una, dinero con el que deben de contar cada 21 días, periodo en el que se realiza cada tratamiento.
En cuanto a los medicamentos, el oncólogo señaló que sí se pueden encontrarlos en Tarija, ya que existen laboratorios que comercializan esos fármacos, y los pacientes pueden adquirirlos sin intermediarios.

Nutrición
La nutrición es una parte importante del tratamiento contra el cáncer. Comer los tipos indicados de alimentos antes, durante y después de su tratamiento puede ayudar a sentirse mejor y a mantener más fuerte a las personas.
Para lo cual, Castrillo señaló que no utilizan el complejo “B”, y señaló que lo recomendable es dejar que las células cancerígenas se mueran de hambre, al no ser alimentadas con comida que necesitan para su multiplicación, y comer nutrientes que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, ya que el organismo se encuentra con “bajas” defensas.
Por lo que recomendó evitar el consumo de azúcar, leche, carnes rojas, evitar el café, té chocolates entre otros. Aclaró que siempre se debe consultar con el médico sobre la alimentación.
Una dieta hecha de 80 por ciento de vegetales frescos y jugos, granola, semillas, nueces y algo de fruta, ayuda a poner el cuerpo en un ambiente alcalino. El 20 por ciento restante puede ser hecho de comida cocinada en la que se incluya frijoles.
El jugo de vegetales frescos provee enzimas vivas que son rápidamente absorbidas y pueden alcanzar niveles celulares en 15 minutos que nutren y aumentan el crecimiento de células sanas.
Para obtener enzimas vivas que construyan células sanas, recomiendan tomar jugo de vegetales frescos y comer algunos vegetales crudos de dos a tres veces al día.

Riesgos
Castrillo mencionó que al realizar las quimioterapias que son drogas oncológicas, se destruyen células tumorales, pero también destruye las células buenas, pero que en diez y quince días el paciente las recuperará. Asimismo explicó que al tratar de salvar una patología, se puede inducir a otros tumores, como la leucemia, y otras lesiones en otros órganos.



Piden que Susat amplié paquetes para el cáncer

El responsable del Programa Cáncer del Servicio Departamental (Sedes), Wilber Leytón, presentó una propuesta para que el Seguro Universal de Salud Autónomo de Tarija (Susat), amplíe sus paquetes para cubrir más tipos de cáncer, ya que en la actualidad sólo cubre el de mama y de cuello uterino.



HRSJD atiende unos 10 pacientes por día

De acuerdo a los datos del Hospital Regional San Juan de Dios de Tarija (HRSJD), al menos unos diez pacientes por día acuden a ese centro para realizar su tratamiento o en busca de un diagnóstico.
Según un informe del Ministerio de Salud, Tarija ocupa el cuarto lugar con casos de cáncer, el primero lo ocupa el departamento de Cochabamba. Los datos corresponden al año 2013, los de 2014 recién serán procesados en 2015.
Tomando en cuenta que la cantidad de población varía en cada departamento, la medición la hicieron por cada 10 mil personas.
En ese sentido, Cochabamba ocupa el primer lugar con un 41,7 por ciento; luego le sigue Chuquisaca con el 25,8; Santa Cruz con 12,5 y Tarija se ubica en el cuarto puesto con 5,4 por ciento.
Por otro lado una consultoría realizada por el Servicio Departamental de Salud (Sedes) en el año 2014 para recoger datos de personas con cáncer en la gestión 2012-2013, detectaron que 97 pacientes de Tarija acudieron al Instituto Nacional del Cancerología “José Cupertino Arteaga” de Sucre, y 23 a la Caja Petrolera de Salud- Instituto Oncológico Nacional de Cochabamba.
Mediante ese trabajo también se evidenció que las mujeres son afectadas principalmente por la presencia del cáncer de cuello uterino, después por el de mama, y luego por el de estómago. En el caso de los varones, en primer lugar está el cáncer de estómago, después el de piel y posteriormente por el de próstata.

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