Los días se convirtieron en noches luego de conocer la ingrata noticia. Isaac, de dos años, fue detectado con cáncer. A partir de ese momento no hubo un solo instante en que sus padres tuvieran tranquilidad hasta conocer los últimos resultados luego de un prolongado tratamiento de siete meses que evidenciaron que el niño se había librado de la mortal enfermedad.
Su madre, Roselyn Mello Gallinatti, en contacto con EL DIARIO, desbordó de emoción cuando contó las incidencias de estos meses de pesadilla y angustia.
“Fue el 31 de diciembre de 2014, un día negro para la familia Mello-Gallinatti. Durante el día mientras nos alistábamos para despedir el 2014 y recibir el 2015, noté algo muy extraño en la barriga de mi bebé, inmediatamente nos dirigimos al hospital UC Davis, lugar que se convirtió nuestro segundo hogar por siete meses”.
Con el ceño fruncido al recordar ese instante luego recordó que era la víspera de año nuevo cuando recibió la desagradable noticia: “Lo que ninguna madre quiere escuchar, Isaac mi hijo de dos años fue diagnosticado con cáncer de hígado tipo 3”.
En ese momento, dijo que quiso que la tierra se le abra a los pies y se la tragara para no seguir viviendo. “Sólo escuchábamos ruidos, veíamos todo borroso, no sentíamos nada. Pasaban los minutos e Isaac no entendía lo que sucedía, doctores se acercaban a él con agujas y peluches, no imaginábamos que esa noche iba a ser el inicio de una dura batalla”.
Los segundos se convertían en horas y los días en años. "Isaac debía recibir seis rondas (meses) de quimioterapia entre cirugías e infusiones de sangre”. De sólo recordarlo, un escalofrío le pasó por el cuerpo. “Pero poco a poco fuimos acostumbrándonos al hospital y al tratamiento, Isaac en toda su inocencia era feliz al recibir dulces y peluches mientras la quimioterapia iniciaba a formar parte de su cuerpo”.
“Cada amanecer era sinónimo de un día más ganado en la batalla, la cual se veía reflejada en malestares, dolores, pérdida de cabello y pestañas. Llegó el día en el cual Isaac debería someterse a la cirugía para extraer el tumor y también un 80 por ciento del hígado”. El especialista Hirosse lo realizó exitosamente.
Esa noticia no sería la última porque debían someterse a más quimioterapias. “Digo debíamos porque toda la familia era parte de ese proceso, los abuelos de Isaac, Freddy y Miriam, los tíos Mauricio, Ximena y Fabiana con el amor incondicional día a día sin importar que estuviéramos separados a mucha distancia, nosotros en los Estados Unidos y ellos en Bolivia”.
ALEGRÍA
Todo ese largo caminar de noches oscuras, que fueron consumidas por el tiempo, terminaron el 9 de julio (de 2015) cuando “declararon a Isaac libre de cáncer”. Por ello dijo la madre, en medio de una tremenda emoción¨, “no podemos estar más agradecidos con toda la familia y todos los amigos que nos apoyaron durante este duro proceso donde aprendimos a vivir el día y día, y principalmente aprendimos las lecciones de un niño de dos años, quien nos enseñó a luchar con todas las fuerzas con una sonrisa en el rostro y disfrutando al máximo de las cosas más sencillas. Lo que no te mata, te fortalece”.
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