lunes, 26 de octubre de 2015

Las salchichas y otras carnes procesadas, cancerígenos como el tabaco y el alcohol



Un informe de la Organización Mundial de la Salud sitúa la carne procesada dentro del grupo 1 de sustancias cancerígenas, en el que ya aparecen el tabaco, el alcohol, el arsénico y el amianto, al tiempo que considera que la carne roja forma parte de la categoría 2A, donde se clasifica a los probables cancerígenos.

Consumir de forma frecuente y en grandes cantidades carne procesada (salchichas, bacon y otros productos de charcutería) puede causar cáncer, según han revelado en un informe los expertos de la Agencia para la Investigación contra el Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes también señalan que la carne roja es una causa probable de esta enfermedad.

Los expertos de la agencia han clasificado el consumo de carne procesada como "probable cancerígeno para los humanos", basándose en una "evidencia suficiente", pasando a formar parte del grupo 1, donde se encuentran productos como el tabaco, el amianto o el humo del diésel.

Asimismo, al clasificar la carne roja como "probable cancerígeno", ésta pasa a formar parte del grupo 2A, donde hay elementos como el glifosato, un compuesto presente en muchos herbicidas. Esta clasificación es más baja porque se han localizado "pruebas limitadas" de que causa cáncer. La IARC encontró vínculos principalmente con el cáncer de intestino, pero también observó asociaciones con cáncer de páncreas y próstata.

"Para una persona, el riesgo de desarrollar un cáncer colorrectal debido a su consumo de carne procesada sigue siendo pequeña, pero el riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida", ha señalado el doctor Kurt Straif, director del programa de monográficos del IARC. Concretamente, los expertos han concluido que por cada 50 gramos de carne procesada que se ingieren, el riesgo de padecer cáncer colorrectal aumenta un 18%.

En cuanto a las cantidades, los expertos recomiendan un consumo máximo semanal de 500 gramos (peso cocido) de carne roja (ternera, cerdo y cordero). Así como comer poco o nada de carnes procesadas. "La evidencia científica sugiere que comer menos de medio kilo de carne roja en una semana no aumenta significativamente el riesgo de cáncer intestinal", señalan. La carne roja es también una buena fuente de nutrientes valiosos, tales como proteínas, hierro, zinc y vitamina B12, por lo que puede contribuir a una dieta sana y equilibrada. "La carne procesada, por el contrario, tiene nutrientes de menor valor y puede ser alta en grasa y sal", revelan.​

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