martes, 3 de mayo de 2016

El desinterés de médicos hiere a los niños con cáncer en Tarija



Contra viento y marea los padres de los niños que padecen con cáncer luchan para salvar la vida de sus hijos, y son las víctimas de la enfermedad que batallan día a día. Pero el desinterés de los profesionales en salud hiere a este sector, así lo sienten los progenitores y personas voluntaria que ayudan a ese sector.

El caso es que mientras más temprano se detecte esa enfermedad el porcentaje de curación incrementa. Pero uno de los problemas en Tarija es que no hay el personal capacitado ni especialistas que realicen ese diagnóstico.
En ese sentido, el grupo voluntario Luz de Esperanza, coordinó acciones para traer a especialistas nacionales para que capaciten por dos días a los profesionales en salud, para que ellos puedan hacer un diagnóstico temprano de cáncer.
En tal sentido, los integrantes de este grupo socializaron la importancia de ese taller en los centros de salud, para que el personal asista, además que se iba entregar un certificado que les servía como currículum.
Pero “grande” fue la sorpresa de los organizadores porque sólo tenían inscritos a dos médicos y dos enfermeras, los demás eran estudiantes de la carrera de Medicina. Así lo hizo conocer Nilx Castillo miembro del grupo voluntario Luz de Esperanza, quien manifestó su molestia por el desinterés de los profesionales en salud.
La oncóloga pediatra Astrid Rivero, quien llegó desde La Paz, explicó que el taller era para orientar a los médicos generales, especialistas, pediatras, estudiantes y otros profesionales en salud, cómo diagnosticar esa patología, porque la detección temprana hace que más del 70 por ciento de los casos sean curados.
Por su parte, la voluntaria Sonia Figueroa manifestó que los niños con cáncer están totalmente abandonados, por lo que ellos coadyuvan para que los que padezcan de esa enfermedad sean llevados a Jujuy-Argentina, donde se haga un diagnóstico y también realicen un tratamiento.
Lamentó que en la malla curricular de formación médica éste aspecto sea “muy” banal y no se le dé la importancia necesaria. Y que para eso cambie dependerás de las universidades.
En un año de vida ese grupo ayudó a seis niños, pero que lamentablemente uno perdió la vida en el mes de febrero, porque la detección fue tardía y por ende el tratamiento también inició con retraso.
Por otro lado, Rivero lamentó que en la malla curricular de formación médica el diagnóstico de cáncer sea “muy” banal, y no se le dé la importancia necesaria. Pero la tarea de revertir esa situación es de las universidades.
Sin embargo, manifestó que elaboran un programa de entrenamiento, para que todos los médicos de manera voluntaria tengan que tomar el curso para entrenarse en esa área, y actualizarse para la detección temprana.
Los tipos de cáncer más frecuente en Bolivia son: la leucemia linfoblástica aguda, los tumores de sistema nervioso central y los linfomas.
Pero Rivero observó que para el tratamiento de la primera enfermedad, en Tarija falta un centro para el manejo de esos pacientes, para lo cual se necesita habilitar una sala con las normas de bioseguridad básicas, además que se necesita entrenar al personal para que los atienda.

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