Mi nombre es Gabriela Justiniano, tengo 27 años y me acaban de descubrir cáncer de mama”, se lee en la primera línea del post que esta joven, a punto de terminar la carrera de Turismo en la NUR, colgó en su muro de Facebook el 19 de mayo, justo un mes después de que los médicos le confirmaran que dio positivo al cáncer.
La mayoría de las personas, por no decir todas, creen que esta enfermedad es sinónimo de muerte y cuando saben de alguien que la tiene lo miran con pena. Gabriela, después de llorar y encerrarse una semana en su habitación esperando, literalmente, la muerte, decidió que no le iba a dar el lujo al cáncer de que la venza o de que alguien la mire con pena.
Fue entonces cuando decidió que la red social más influyente del planeta y que tiene más de 1.500 millones de usuarios activos se convierta en su aliada. Y es que una persona promedio pasa aproximadamente 50 minutos al día conectada a Facebook, según datos de la misma red, y son 4.784 usuarios con los que interactúa y a los que considera su nueva familia.
Su fan page, ‘Soy Gabriela’, se ha convertido en la vía por la que cuenta su día a día, como ser el resultado de las tres quimioterapias que le realizaron, de las 12 previstas para que supere al cáncer de mama “invasivo y de rápido crecimiento” que le diagnosticaron. También relata cómo fue perdiendo el pelo hasta que decidió, hace una semana, raparse la cabeza.
Facebook le ha servido no solo para inspirar a otras personas que padecen la misma enfermedad, sino también para recibir apoyo. De distintas partes del mundo le escriben y le transmiten vibras positivas y ella se lee uno a uno todos los mensajes. “Me reconfortan el alma”, dice.
A Gabriela las ‘quimios’ no le han borrado la sonrisa del rostro ni las ganas de lograr sus metas, ahora está esperando fecha para defender su tesis.
Esta joven nació el 13 de abril de 1989, estudió en el colegio Las Américas y es la menor de seis hermanos. Al fallecer su madre, cuando tenía 15 años, ellos se convirtieron en su pilar. “Mi hermana no está sola en esta lucha”, le escribe su hermano Silvestre en el ‘Face’ y a su mensaje le acompaña una foto en la que aparece con el pelo rapado.
Tratamiento costoso
Una de las grandes limitantes para combatir al cáncer es el costoso tratamiento. Gabriela dice que además de las quimioterapias, necesita de una ampolla, cada 21 días, que cuesta $us 2.600, por eso está apoyando un proyecto de ley que busca reducir el costo de los medicamentos
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