miércoles, 26 de abril de 2017

Cada mes, 40 pacientes con cáncer se tratan en el IBRO

En el Instituto Boliviano de Radioterapia y Oncología (IBRO) se atiende, cada mes, a 40 pacientes con cáncer (que incluye a personas que llegan del interior) aunque la capacidad es mayor. "Nos gustaría tener un convenio con el Hospital General, vemos que tanta gente padece esta enfermedad y se encuentra sin atención”, dijo Badin Mejía, uno de los socios.

El IBRO no proporcionó datos sobre sus costos. Este medio conoció por testimonios de pacientes que sufren cáncer de mama que se necesita al menos 4.000 dólares para su tratamiento. Otra persona que sufre cáncer de pulmón reveló que pagó 4.200 dólares por 15 sesiones.

Los costos siempre están en función del tipo de cáncer y el desarrollo de la dolencia.

Sin embargo, en otros países el costo puede llegar incluso a triplicarse por los gastos de estadía, alimentación y transporte.

El IBRO tiene equipos de alta tecnología para tratar distintos tipos de cáncer. Su acelerador lineal permite una visión en 3D, también cuenta con un equipo tomográfico, lo que permite que la radiación hacia el cáncer sea dirigida con precisión y en cantidad suficiente para no dañar órganos, tejidos o células sanas.

Lo primero es una evaluación del paciente para determinar qué tipo de cáncer padece y cuál el avance de la enfermedad. Luego se programan las sesiones de lunes a viernes. El tratamiento en el acelerador lineal es de uno a dos minutos.

"Nosotros tenemos un acelerador lineal que tiene dos tipos de energías: fotones y electrones.

Los fotones se usan para tratar enfermedades más profundas, mientras que los electrones tratan enfermedades más superficiales, como cáncer de piel, por ejemplo. La máquina (del IBRO) tiene siete energías, es como tener siete cobaltos en uno, sólo que con más potencia. Eso nos permite tratar la enfermedad de los pacientes en cualquier localización dentro de su cuerpo”, explicó el gerente general del IBRO, Cesario Izaguirre.

Niveles de complejidad

El radio oncólogo René Delgado explicó que hay cuatro niveles de complejidad en el tratamiento de radioterapia. El tratamiento con tecnología de punta -de cuarto nivel- es mediante equipos médicos en 4D.

El IBRO realiza tratamientos en 3D, es decir se basa en el tercer nivel de complejidad. El tratamiento 3D permite observar la distribución de dosis de radiación en tres dimensiones y no sólo en la imagen de la tomografía.

En cambio el tratamiento de segundo nivel es guiado por medio de una tomografía, a través de un planificador.

"En el nivel cero, un médico puede administrar el tratamiento, pero no sería con imágenes computarizadas, no hay un planificador. Básicamente serían cálculos manuales”, explicó.

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