viernes, 26 de septiembre de 2014

Cabello por tatuajes, una forma de ayudar a niños con cáncer

Una mañana, al ver las noticias en la televisión, el tatuador Mauricio Ayaviri se enteró de una campaña de donación de cabello para la elaboración de pelucas, destinadas a los niños con cáncer que reciben tratamiento en diferentes centros de salud en La Paz y Santa Cruz, y decidió hace poco más de un mes hacer algo más que donar su propio cabello.
Pensó en incentivar a más personas a través de un intercambio que consistía en dar al menos 25 centímetros de cabello a cambio de un tatuaje en su estudio. Así nació la campaña Cabello x Tatuajes.
Ésta se integró a la campaña Cabello Solidario (www.facebook.com/CabelloSolidario) que lleva alrededor de dos años trabajando en la recolección de donaciones de cabello junto al Instituto Berlín, centro de formación técnica en diferentes áreas, para la elaboración de pelucas para los pequeños con cáncer.
La finalidad es aumentar la autoestima y fortalecer un apropiado estado de ánimo en los niños y niñas que a causa de la quimioterapia pierden el cabello.

"El primer paso fue donar mi cabello, pero no quería que quede ahí. Quería que haya otra forma de incentivar a la gente, y sobre todo a los jóvenes, a que den su cabello con un fin noble. Entonces decidimos hacer un intercambio de su cabello por un tatuaje”, detalla Ayaviri.

El tatuador inició la campaña en su estudio Ink’A Tatoo y posteriormente se incorporaron a la campaña otros nueve estudios en La Paz, algunos más en Cochabamba y uno en Potosí, todos con la debida autorización de funcionamiento.
Hasta el momento, se han hecho alrededor de 20 intercambios. "Hemos recibido varios aportes; lo interesante es que, más que cantidad, recibimos cabello muy largo y eso les gusta mucho a las niñas. Considero que es una campaña importante para ayudar a los pequeños”, explica Camila Fresco, miembro de Cabello Solidario.
Iniciativas que unen

En otros países existen varias actividades similares que motivan a determinados segmentos de la población a dar su cabello con el mismo fin, como rockeros, hiphoperos, artistas, entre otros.


Una de esas iniciativas es Hair Metal Fest o Hair Fest, un festival de rock que se realiza en México y Chile en el que la entrada no es otra que dar el cabello como forma de pago.
El festival se ha hecho muy popular y se ha destacado en medios internacionales su capacidad de desmitificar el estereotipo que se tiene sobre los rockeros o metaleros de cabello largo, quienes demuestran su lado más solidario. Algo que se ha replicado en esta campaña boliviana.
Desprendimiento y solidaridad

"Adoro mi cabello, lo tengo largo hace ocho años. Hace meses ya pensaba en cortarlo. Me dije si tanto cariño y cuidado le he dado a mi cabello, tan importante para mí, qué mejor que sea importante y signifique algo para alguien que lo necesita”, dice Sindi Camacho, una estudiante de ingeniería ambiental.

Camacho tiene 26 años y se enteró de la campaña a través de Facebook (www.facebook.com/cabelloXtatuajes) .
Una vez en el Instituto Berlín, Camacho respira hondo sentada en la silla. El primer movimiento de tijeras marca el momento en que se produce un cambio en su apariencia.

Para que el intercambio sea posible es necesario que la persona haya cumplido la mayoría de edad, tenga alrededor de 25 centímetros de cabello y que éste no haya sido teñido recientemente.


La motivación que Ayaviri esperaba despertar en otros segmentos de la población no tardó el llegar.
"Hemos tenido bastante gente en poco tiempo y le está yendo muy bien a la campaña. Hoy en día todos se hacen tatuajes y es una realidad que les interesa intercambiarlos por tatuajes”, detalla la directora del Instituto Berlín, Carmen Clavijo.

Metaleros, rockeros, músicos y melómanos llegan de poco a poco a dar su cabello a cambio de un tatuaje que abarca una extensión de alrededor de seis por seis centímetros. Algunos tenían el cabello guardado y lo único que hicieron fue llevarlo para el intercambio.
"Mientras más largo el cabello, más grande es el tatuaje. En cuanto al diseño, lo trabajamos con la persona de acuerdo a la idea que tiene”, añade Ayaviri.
Entre los estudios que apoyan la campaña en La Paz están Terra Tatoo, Eternal Tatoo, Draw Ink Tattoo, entre otros. El compromiso de momento es que cada estudio logre que se hagan tres pelucas para los niños.

Cabello x Tatuajes entrega lo intercambiado a Cabello Solidario para que junto al Instituto Berlín se elaboren las pelucas.
Ya en el estudio, Ayaviri prepara todo para realizar el tatuaje. Recalca que sigue todas las medidas de seguridad para llevar a cabo el procedimiento. Es el primer tatuaje de Camacho, no está nerviosa hasta que pasan los primeros minutos del procedimiento. Admite que le duele, pero está determinada a seguir adelante.

"Hacerse un tatuaje es una decisión personal, pero poder ayudar con ello implica la capacidad de dar, más allá de la individualidad”, finaliza Camacho.

Punto de vista
Virginia Paredes Dermatóloga
"Hay que tomar en cuenta unos aspectos fundamentales. No hay que olvidar que un tatuaje es una agresión a la piel. Su realización puede provocar cierto tipo de reacciones secundarias en pacientes hipersensibles. Ello puede ser un factor condicionante para que derive en algún tipo de infección que, a su vez, puede resultar en una cicatriz”.
"Es necesario que los estudios en donde se realizan los tatuajes sigan medidas sanitarias estrictas y también deben tener los permisos correspondientes para su funcionamiento. De no seguir las medidas adecuadas se pueden contraer infecciones como hepatitis y VIH, sólo por citar algunas (...). Personalmente no estoy de acuerdo con su realización”.

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