"Hay muchas personas que en estos meses donaron sus cabellos para hacer pelucas que las daremos para que las usen los niños con cáncer, pero lamentablemente ahora no tenemos a alguien que las elabore. Necesitamos de una persona que las haga o que nos enseñe a los voluntarios a hacerlas. Estoy segura de que entre todos podemos hacer varias pelucas en una semana si es que nos enseñan, mientras tanto seguimos recolectando los cabellos que nos donan las personas de buen corazón”, señaló Susana Bedregal, voluntaria de Cabello Solidario.
De acuerdo con estudios, todas las personas afectadas con cáncer, duro golpe que tienen que enfrentar, se entristecen y deprimen más cuando se enteran que perderán sus cabellos. Es un infortunio para los enfermos pero más para los niños, en especial para las niñas que sienten mucha pena al verse sin cabellos.
Estos sentimientos fueron considerados hace tres años por Camila Fresco, una muchacha que decidió iniciar una campaña para recolectar cabello para elaborar pelucas y donarlas a los pequeños pacientes del Hospital del Niño. "Ella es la ideóloga de brindar una alegría a los niños".
Esta campaña se inició en 2012 y, con la ayuda de la directora de Instituto Berlín, fueron elaboradas 27 pelucas. "Las niñas escogieron el modelo y hasta el color". En 2013 se confeccionaron 13 pelucas y actualmente no se cuenta con ninguna debido a que no hay una persona que las elabore. "Ese es un problema que ojalá se solucione pronto porque los niños, en especial las niñas, están esperando sus pelucas para desarrollar sus vidas con absoluta normalidad".
LAS NIÑAS SON LAS MÁS AFECTADAS. Si bien el cáncer no escoge entre varones y mujeres, las niñas son las más afectadas. "Los varoncitos no tienen mucho problema, pero las niñas son las que más sufren porque sienten que el mundo se les viene encima. Ellas quieren un cabello largo, entonces necesitamos la donación de unas cuatro a cinco trenzas gruesas para hacer una peluca".
Las niñas que ya recibieron sus pelucas sienten como si volvieran a nacer porque incluso están modelando su nuevo cabello, sin embargo, deben cuidarlas muy bien porque una vez que su cabello natural crezca deberán devolverla para que beneficie a otra niña. "Luego les vuelve a crecer mejor que antes", dijo.
Si una persona se anima a donar sus cabellos, mínimo debe medir 23 centímetros, debe hacerce una trenza y por ningún motivo debe estar mojada porque puede podrirse. Tampoco puede estar decolorado. "Después aceptamos todas las muestras de solidaridad porque hay mucha gente que quiere ayudar a los niños. Incluso tenemos donaciones de pequeñas trencitas que no miden ni 10 centímetros pero no las rechazamos ya que se trata del cariño de la gente. Un sólo cabello es importante para nosotros y lo utilizamos de la mejor manera".
A LA MODA. Las niñas que se benefician con una peluca también son exigentes, claro está, como toda mujercita. "Lo que quieren es un cabello largo y a la moda, entonces nos ponen en apuros pero siempre tratamos de complacerlas. Una vez que tienen sus nuevos cabellos se sienten más alegres que nunca. Tenemos colaboración del interior e incluso de peluquerías que nos traen el cabello. Necesitamos encontrar a las personas que hagan las pelucas rápido".
Las personas interesadas en donar sus cabellos pueden contactarse con el número telefónico 2784774. "Es un acto solidario que necesita todo el apoyo".
MÁS APOYO. El periodista Gregory Beltrán no se quiso mostrar indiferente con las personas con cáncer y, sin pensarlo dos veces donó su cabello para una campaña del canal Universitario.
Gregory señaló que esta es la tercera vez que dona su cabello. La primera oportunidad fue hace 20 años para ayudar a una amiga y la segunda para otra campaña. En esta ocasión lo hizo con el mismo compromiso y desinterés, aunque no pudo evitar sentir un poco de tristeza porque su cabello estaba más largo que en las anteriores situaciones.
MUJERES DE POLLERA. Las mujeres que usan pollera y tienen cáncer también sufren más porque las trenzas son parte de su identidad. "Ellas no quieren usar trenzas ajenas entonces prefieren cambiar su vestimenta. Dejan las polleras y cambian su naturaleza", relató Susana Bedregal.
Cabello Solidario elaborará pelucas para ellas, pero se necesita la donación de más cabello. "Necesitamos el apoyo de la población para que deje su cabello y de expertos que puedan elaborar las pelucas de acuerdo al requerimiento de las señoras que sufren esta enfermedad".
23 centímetros de largo, como mínimo, debe tener el cabello a ser donado. No tiene que estár mojado ni decolorado.
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