Por un monto de 300 mil bolivianos, Santa Cruz tendrá el primer bunker que se construya en Bolivia para el tratamiento de pacientes con cáncer. La construcción que tendrá lugar en el hospital Oncológico garantizará el funcionamiento del acelerador lineal, que es un equipo que trabaja con energía nuclear y que sirve para realizar radioterapias, por lo que la construcción de este edificio será blindado para evitar la radiación que emite el acelerador hacia el exterior.
El clima húmedo y el buen precio han repercutido en el incremento de la superficie cultivada de granos. Solo el girasol sufrió una baja debido a enfermedades. El secretario de salud de la gobernación, Oscar Urenda, manifestó que la construcción de este edificio será anunciado en el Sistema de Información de Contrataciones Estatales (Sicoes) para que sea licitado y en un periodo no mayor a los 45 días comience a ser ejecutado.
‘‘Se está haciendo un estudio bajo condiciones técnicas que garantice el funcionamiento del acelerador lineal que es un equipo mucho más específico para tratamientos de cáncer desde el punto de vista de la radiación del tumor, que tiene mayor efectividad y que sin duda garantizará mejores condiciones de sobrevivencia y de curación a los pacientes’’ apuntó Urenda a tiempo de señalar que este será el primero de los tres bunker que se piensa construir en los próximo años, dado que de acuerdo a las estadísticas poblacionales indican es que por cada 100 mil habitantes debe haber un bunker.
Por su parte la directora del Oncológico, Alicia Arrien, precisó que con esta implementación se acelerará la atención a cada paciente y se aumentará la cantidad del servicio, dado que al momento la bomba de cobalto con la cual vienen trabajando y que desarrolla esta misma función corresponde a un modelo antiguo que debe ser modernizado.
Son 80 tipos de cáncer que existen y se atienden en este hospital, pero de ellos el más frecuente es el del cuello uterino y el de mama, por tanto las pacientes con estas patologías serán a quienes más se les salvará la vida.
La donación del proyecto de diseño final fue donada por el Padre Mateo Bautista.
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