La principal estrategia para luchar contra esta enfermedad es desarrollar una sensibilización hacia la población a través de políticas, programas y mecanismos apropiados con el fin de reducir su incidencia.
6 consejos para reducir los riesgos
Embarazo
Según varias investigaciones científicas, es benéfico tener el primer hijo antes de los 30 años de edad. De hecho, el embarazo permite que las células mamarias lleguen a una madurez completa, lo que las protege de la degeneración prematura. Asimismo, disminuye los periodos bajo pastilla anticonceptiva. Por lo tanto, es mejor fundar una familia siendo joven y no esperar demasiado para limitar los factores de riesgo.
ÁCIDOS GRASOS
La enfermedad se desarrolla más frecuentemente en las mujeres que tienen una tasa sanguínea elevada en ácidos grasos trans de origen industrial. Estos ácidos grasos se encuentran también en los productos manufacturados como el pan, los postres, papas fritas, pizzas, entre otros. Se preconiza privilegiar los productos caseros y limitar el consumo de alimentos ricos en este tipo de grasa.
PESO
Luego de la menopausia, el exceso de peso suele favorecer el desarrollo de tumores, incluyendo el cáncer de mama. Es importante cuidarse y evitar que se instalen en nuestro cuerpo los kilos de más. De hecho, se recomienda realizar más actividad deportiva y adoptar una alimentación equilibrada. Si es necesario, puedes acudir a un nutricionista para que te ayude de forma óptima a adelgazar.
LACTANCIA
Según el Fondo Mundial para la Investigación sobre Cáncer (FMIC), la lactancia tiene efectos preventivos contra el cáncer de mama. Su beneficio es mayor cuando dura por lo menos 6 meses. Esto es debido a la disminución de producción de hormonas estrógenos al amamantar. Asimismo, la lactancia permite acelerar la madurez de las células mamarias, lo que consiste en otro factor protector.
ALCOHOL
Según el Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos, el consumo de bebidas alcohólicas es nefasto para el organismo, aun en dosis limitadas. De hecho, beber 1 o 2 vasos de alcohol por día aumenta el riesgo del 30 por ciento . Este efecto se explica por una modificación del metabolismo de los estrógenos. Por lo tanto, se debe imperativamente moderar el consumo. Esto incluye también el vino o champán y no solamente los tragos fuertes.
DEPORTE
La actividad física tiene tanto un rol benéfico para la salud como un efecto protector del cáncer de mama, ya que el riesgo de desarrollarlo disminuye en un 40 por ciento al practicar un deporte frecuentemente. Esto incluye caminar al menos 30 minutos por día, realizar las tareas domésticas, optar por subir las gradas en vez de tomar el ascensor y ejercitar el cuerpo por lo menos una vez por semana.
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jueves, 20 de marzo de 2014
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