jueves, 23 de octubre de 2014

HAY VARIOS FACTORES DE RIESGO QUE LLEVAN AL CÁNCER, LA OMS ESTABLECE QUE UN TERCIO DE LOS CASOS PODRÍAN PREVENIRSE.

La Organización Mundial de la Salud establece que un tercio de los casos de cáncer podrían prevenirse. Según la OMS, una dieta equilibrada con mucha presencia de frutas y verduras reduce el riesgo de contraer la enfermedad. De la fusión de la cocina tradicional japonesa, la mediterránea y la india surgen las recetas que la médica de familia y superviviente de cáncer Odile Fernández reúne en su último libro “Mis recetas de cocina anticáncer”. Se trata de platos “cargados de nutrientes y fitoquímicos anticáncer”, señala, que ella misma cocina en casa: desde col rellena de setas a crepes de espelta y pastelitos de coco hasta zanahoria y calabacín o morcilla vegana.

Pero antes de seguir, dejémoslo claro desde el principio: son recomendaciones saludables para toda la familia, no son una dieta milagro, ni tampoco garantizan que no vayamos a contraer esta u otras enfermedades. “Ni siguiéndola nos aseguramos de que no lo vamos a padecer”, asegura la doctora, “aunque sí nos ayudará a cocinar más sano, experimentar con alimentos y contribuir a la prevención no sólo del cáncer sino también de la obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares”.

Fernández, de 35 años, superó un cáncer de ovarios cuando los oncólogos estimaban que sólo tenía el 5 por ciento de posibilidades de curación y, contra todo pronóstico, quedó embarazada de un bebé, su segundo hijo, que ahora tiene 14 meses. Como tantos otros enfermos, ya embarcada en un tratamiento de quimioterapia preguntó a los oncólogos qué comer y qué medidas tomar para combatir por su cuenta la enfermedad. De su negativa a aceptar la respuesta del equipo que le atendía (“no hagas nada y come todo lo que te apetezca”), nació su primer libro, Mis recetas anticáncer, del que se han vendido 50.000 ejemplares en 11 ediciones.

La ciencia así lo dice

“La evidencia científica está ahí”, sostiene Fernández; “El cáncer es una enfermedad que en cierta medida se puede prevenir, y cada día aparecen nuevos estudios que hablan del poder de la alimentación durante el tratamiento del cáncer”.

Dietas a seguir

Delicioso mediterráneo. La autora aboga por recuperar la dieta mediterránea tradicional, que poco tiene que ver con la que seguimos en Bolivia.

La dieta mediterránea supondría consumir menos carne roja a favor del pescado, legumbres integrales, aromáticas, frutos secos…. En una sociedad donde es tan fácil recurrir a la comida preparada, es la industria alimentaria la que marca las pautas de nuestra alimentación. “Lo hace presentando la comida de forma atractiva, prometiéndote una comida sana pero que tras la etiqueta esconde azúcares, aditivos o grasas oxigenadas”, asegura la experta.

Desde el Japón. La dieta Okinawa, una isla situada al sur de Japón donde viven los habitantes más longevos del planeta, basa la alimentación en vegetales frescos, algas, arroz, semillas, pescado azul crudo, productos fermentados de la soja y determinadas setas, un ingrediente estrella ya que, según Fernández, permite que la quimioterapia se tolere mejor, razón por la cual algunos oncólogos lo utilizan como suplemento alimentario en Japón. La carne y la leche brillan por su ausencia.

Con aromas hindús. El tercer pilar es la cocina india. Este es el país asiático con menor tasa de cáncer. Gran parte de la población es vegetariana, y el consumo de carne es reducido. Se come arroz casi a diario junto con abundantes legumbres. Entre todas las especias destaca la cúrcuma, “la especia anticáncer por excelencia”.

“Si atendemos a la clara relación que hay entre lo que comemos y cómo enfermamos”, resume la médica, “y tomamos conciencia de lo importante que es el acto de comer y preparar nuestras comidas para mantener nuestra salud, podremos realizar la transición hacia este nuevo estilo de vida con decisión”.

Para comenzar

Las carnes procesadas (salchichas, tocino) de vez en cuando no te matarán, pero que no sean parte central de tu dieta, pues son altas en nitratos, preservativos que en grandes cantidades pueden incrementar tu riesgo a sufrir cáncer.

Abandona los alimentos precocinados, azucarados y refinados, así como las grasas trans y las saturadas (margarina, carne grasa, aceites refinados).
Reduce los lácteos, las carnes rojas y los embutidos. La carne, el queso y la manteca son ricas en grasas saturadas que están vinculadas a la obesidad, el mayor predicador del cáncer. Opta por fuentes magras de proteína como pescado y frijoles.
introduce abundantes vegetales y frutas.
Da prioridad a los cereales integrales y las legumbres en forma de guisos y potajes.
Reduce al máximo las frituras y las barbacoas. Empieza a cocinar a fuego lento y al vapor.
Es recomendable utilizar métodos de cocción suaves; cocinar a fuego lento y al vapor y dar prioridad a los alimentos crudos y vivos.
Enfócate en consumir ácidos grasos esenciales omega-3, que luchan contra la inflamación y soportan la salud del cerebro y corazón. Y por último toma té verde, rico en antioxidantes.

Semillas de Chía y sus efectos protectores

Algunos estudios conducidos sobre la relación entre el cáncer y una dieta rica en ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de acido graso omega-3, vital para la salud humana. Las semillas de chía son el alimento más alto en ALA.

Un estudio publicado en la Journal of Molecular Biochemistry investigó el impacto de este ácido en ciertos tipos de cáncer de mama y cervical. Se encontró que ALA induce a la apoptosis, tanto en las células del cáncer de seno como el cervical, sin dañar células no cancerígenas. La apoptosis es la forma natural que el cuerpo tiene para eliminar las células dañadas, un mecanismo defectuoso en las células cancerígenas, haciendo que éstas crezcan sin control.

Otro estudio interesante reveló que el incremento del consumo de ALA está asociado a la reducción en el riesgo de carcinoma en la mama.

Además. las semillas de chía son una fuente excelente de fibra y zinc, ambos minerales con propiedades anticancerígenas.

Tip: Haz un smoothie ‘protector’ mezclando semillas de chía con vegetales y frutas que tienen propiedades anticancerígenas (como el té verde y las bayas).

6 super alimentos

“Todos los estudios en cáncer y nutrición apuntan que una dieta basada en alimentos vegetales, ricos en fitonutrientes y otros compuestos especiales, es la mejor”, asegura Richard Béliveau, PhD, presidente de la prevención y tratamiento de cáncer en la Universidad de Quebec en Montreal y autor de Foods to Fight Cancer. Consume de 5 a 9 porciones diarias de todo tipo de frutas y vegetales, especialmente de estos alimentos súper estrellas.

Alimento 1 Brócoli. Todas las verduras crucíferas tienen propiedades anti cancerígenas, pero el brócoli es el que contiene más sulforafano, un compuesto potente que potencia las enzimas protectoras del cuerpo y elimina químicos.

Alimento 2 Bayas. Todas las fresas están llenas de fitonutrientes anticancerígenos. Pero las moras, en particular, contienen altas concentraciones de fitoquímicos llamados antocianinas, que disminuyen el crecimiento de células pre malignas y evitan que nuevos vasos sanguíneos se formen (que pueden alimentar un tumor cancerígeno).

Alimento 3 Tomates. Este alimento es la mejor fuente de licopeno, un carotenoide. El licopeno detiene el crecimiento celular del cáncer endometrial, según un estudio de Nutrition and Cancer.

Alimento 4 Nueces. Sus fitoesteroles (moléculas encontradas en plantas) bloquean los receptores de estrógeno en las células de cáncer mamario, posiblemente desacelerando el crecimiento de las células malignas, dice el experto.

Alimento 5 Ajo. Se ha encontrado que los fitoquímicos en el ajo detienen la formación de nitrosaminas, cancerígenos formados en el estómago. De hecho, un estudio de Women’s Health encontró que las mujeres que consumen más ajo tienen 50% menos riesgo a sufrir ciertos tipos de cáncer de colon.

Alimento 6 Frijoles. Un estudio de la Michigan State University encontró que los frijoles negros reducen de manera significativa la incidencia de cáncer de colon en las ratas. Y es que una dieta rica en legumbres incrementa los niveles del ácido graso, butirato, que en altas concentraciones tiene efectos protectores contra el crecimiento del cáncer. Otro estudio encontró que los frijoles secos son particularmente efectivos en prevenir el cáncer de mama en ratas.

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