martes, 28 de octubre de 2014

Bolivianos estudian desodorante y cáncer de mama



Un equipo boliviano de investigadores establece que usar antitranspirantes tras depilarse las axilas aumenta las probabilidades de contraer cáncer de mama, tanto en hombres como en mujeres. El uso de antitranspirantes inmediatamente después de afeitarse las axilas puede propiciar el desarrollo de cáncer de mama debido al aluminio que entra en su composición, según un estudio que realizan médicos bolivianos.

La investigación la realiza el programa Credisalud y su responsable, Jaime Jiménez, explicó que el afeitado y depilado ocasiona irritación en la piel y pequeñas heridas, lo cual propicia que en ocasiones el metal entre en el torrente linfático y llegue al tejido mamario.

El equipo boliviano encontró que los tumores detectados generalmente se desarrollan en el seno izquierdo, lo que se debe a que la mayoría de las mujeres son diestras y se aplican mayor cantidad de desodorante en la axila opuesta al brazo derecho.

El estudio anuncia que hay un aumento de los casos de cáncer de mama en mujeres muy jóvenes en todo el mundo, pero especialmente en los países en desarrollo, lo que podría achacarse a que féminas de corta edad están adquiriendo las dos costumbres: la de usar desodorante y la de depilarse.

Pero no solo las mujeres están afectadas por la enfermedad, ya que el estudio también señala que en los últimos años creció el número de casos de cáncer mamario en hombres. Éstos también están empezando a depilarse regularmente el vello de las axilas. “Hay un 1% de cáncer de mama en hombres y el porcentaje está aumentando”, señaló el investigador.

Los médicos de Credisalud califican de “ilógico” atribuir el alto número de casos de cáncer de mama a que “una de cada ocho mujeres tenga una falla genética”, ya que esto, a su juicio, significaría que la especie humana se “estaría degenerando”, lo cual es difícil de sostener científicamente. “Consideramos que nuestro organismo tiene un funcionamiento tan perfecto que solamente se enferma cuando el ser humano hace algo que lo altera”, indicó Jiménez.

Credisalud encontró que en los países industrializados se registran mayores tasas de este tipo de cáncer porque culturalmente está más extendido el desodorante y el rasurado de las axilas. “Es una enfermedad de países industrializados, donde la mayor incidencia está en Estados Unidos y el norte de Europa”, dijo. En tanto, los países latinoamericanos, aunque avanzando, se encuentran en un nivel intermedio en cuanto a cáncer de mama y, entre ellos, Argentina y Uruguay son los que registran más casos. África y Asia tienen tasas menores.

Los científicos bolivianos aseguraron que de seguir adelante con esta investigación, “los resultados que obtengamos serán pronto irrefutables, cuando podamos estudiar un número suficiente de casos”. Por ello, solicitaron un respaldo técnico y financiero al Ministerio de Salud que les permita llevar a cabo la segunda fase de los estudios.

Tratamiento personal y menos quimioterapia

Una investigación financiada por la Unión Europea (UE), cuyos resultados se darán a conocer en 2015, apuesta por tratamientos personalizados para los pacientes de cáncer de mama, de forma que no siempre se recurra directamente a la quimioterapia, ya que para entre el 10 y 20% de pacientes es más adecuado aplicar tratamientos alternativos.

El estudio sostiene que la quimioterapia, “aunque eficaz, puede traer consigo consecuencias como el desarrollo de cáncer secundarios, daño en el corazón, avance de la menopausia o reducción de algunas funciones cognitivas”. En la investigación se estudió a 6.600 mujeres de nueve países de la UE. El de mama sigue siendo el segundo cáncer más común en el mundo y el más mortal para las mujeres. EFE, Bruselas,

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